Por un lado la patronal, que dados los antecedentes y como era de esperar, está utilizando una nueva crisis para intentar congelar nuestros derechos y si es posible reducirlos. También como siempre hablando de las empresas piratas, cuando hasta ahora no han movido un solo dedo para frenar a estas empresas. Y por último insinuando que si empresas grandes del sector han echado el cierre, podría pasarle a otras. Dichas insinuaciones con el fin de meter el miedo en un sector en el que sus trabajadores no viven sino que sobreviven.
Tenemos por otro lado a UGT, CCOO y USO, con una exposición cargada de buenas intenciones, como viene siendo habitual, pero sin concretar nada, hecho que deja demasiado abierta la negociación ya que podemos ir desde no conseguir nada hasta conseguir algo, pero difícilmente conseguir lo necesario.
También tenemos a ELA, que sigue pretendiendo un convenio de ámbito autonómico, y que continúa en la mesa negociadora aunque no reconoce como ámbito propio el estatal y como no lo reconoce no va a concretar ninguna propuesta, pero claro habrá que ir que es a gastos pagados.
Por último nos queda la CIG, que aunque junto con los anteriores tiene una representación minoritaria, son los únicos que han presentado propuestas concretas. Las mismas nos podrán parecer mejores o peores, más o menos realistas, pero se agradece la concreción aunque dada la posición minoritaria, será difícil que la mayoría salgan adelante.
Parece que algunos han hecho mención a la profesionalización del sector, pero malamente empezamos cuando a las propias empresas no les interesa considerarnos personal cualificado para cotizar menos por nosotros.